Carta 1
Hermanos míos, durante los días
pasados, han soplado los vientos fríos del norte.
El frío en la noche ha barrido furiosamente éstas tierras. Las pocas hierbas que habían brotado los días anteriores han amanecido agostadas.
El frío en la noche ha barrido furiosamente éstas tierras. Las pocas hierbas que habían brotado los días anteriores han amanecido agostadas.
Ésta mañana, el pájaro Simurgh voló
sobre nuestras cabezas, su sombra se extendía, al frente, hasta el horizonte y más allá;
a nuestra espalda, hasta el otro horizonte y más allá. La soledad también se extiende. ¿Es la
soledad un refugio seguro o es el báculo del caminante?.
Aislados del mundo, solos en nosotros
mismos, extranjeros en este orbe y sin embargo partes de él, nos refugiamos en nuestra
propia sombra. Desde nuestra unificación, nosotros somos
solamente nosotros y a la vez somos
otros muchos. Esperamos y deseamos que no lo comprendáis, que no ocupéis vuestra
razón y vuestro intelecto en tratar de explicar el perfume de la rosa. No perdáis el tiempo
hermanos. Si os ocupáis en el análisis del Amor ¿Quién amará?. Si buscáis los componentes
químicos del perfume ¿Quién se embriagará? . Un estudioso debe situarse fuera del
objeto de su estudio. Si eres un marino, no eres una gota de agua, pero si te conviertes en una gota
de agua, jamás podrás naufragar. Si eres un grano de arena, el viento te llevará por todos
los desiertos y todos lo oasis , conocerás la esencia de lo seco y de lo húmedo, porque serás
parte de ello.
No estudiéis la esencia porque es
inabarcable. Unios a ella y la conoceréis con el corazón. Donde las
palabras de vuestra lengua no lleguen, llegará la vibración de
vuestro ser interno.
Nos preguntáis por el lugar dónde
podréis encontrar vuestros nombres perdidos, aquellos que os han sido otorgados y no recordáis.
Os respondemos. Buscad el pájaro Simurgh. Buscadlo sin descanso porque él custodia la llave del libro donde se
anotaron. Sólo cuando lo encontréis recobraréis vuestro Nombre.
Si sois buscadores de enigmas, estáis
perdidos. Los enigmas no existen para el conocedor.
Para el ignorante todo es un enigma.
Hay gentes que no conociéndose a sí
mismas buscan desesperadamente un lugar donde poder
ubicarse.
A pesar de sus rectas intenciones ¿cómo encontrarán el camino justo si no saben hacia donde quieren ir?. Sus corazones no descansan, corriendo inútilmente entre peligrosos precipicios y valles perfumados que apenas ven. El desorden de sus corazones los hace sordos para la Llamada y mudos para la Palabra.
A pesar de sus rectas intenciones ¿cómo encontrarán el camino justo si no saben hacia donde quieren ir?. Sus corazones no descansan, corriendo inútilmente entre peligrosos precipicios y valles perfumados que apenas ven. El desorden de sus corazones los hace sordos para la Llamada y mudos para la Palabra.
El peor viajero es aquel que carga su
bolsa con cien mil objetos inútiles que le impiden avanzar.
En las laderas hemos plantado rosales y
hermosas viñas. Aquellos viajeros que llegan a estos
jardines se maravillan a la vista de la
vid y con la contemplación de las rosas.
El perfume de la rosa y el sabor del vino, lo traen ellos consigo.
El perfume de la rosa y el sabor del vino, lo traen ellos consigo.
El viajero que llega a la montaña es
un constructor a las órdenes del Arquitecto.
El maestro de obras nos dirige sabiamente e incansables reforzamos las laderas.
El maestro de obras nos dirige sabiamente e incansables reforzamos las laderas.
Qamar bint Sufan, maestra sufi de
nuestros días.
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